Riocorvo
Conjunto Histórico
Riocorvo es un
pequeño y tranquilo pueblo perteneciente al municipio de Cartes en el
que su población apenas alcanza los 200 habitantes. Está ubicado en la
comarca del Besaya, y por ella discurren los ríos Belmonte, que nace en
los montes de Cohicillos y que aquí en Riocorvo se une al río principal, el
Besaya.
El 24 de abril de 1981 el casco urbano de Riocorvo fue declarado Bien de Interés
Cultural en la categoría de Conjunto Histórico gracias
a sus numerosas casonas de estilo barroco, que fueron construidas durante los siglos XVII y XVIII. Estas casonas son todas de piedra, con buena sillería, y en algunas podemos contemplar magníficos escudos blasonados con las armas de sus propietarios.
Podemos citar entre las más destacadas la Casona-palacio de los Alonso Caballero, de mediados del XVIII. Conserva dos escudos de la familia Alonso, La Casona
de los Velarde, con otro extraordinario escudo timbrado, la Casona de los Púlpitos, del siglo XVIII, la Casona de Antonio
Bustamante y la Casona de los Vélez
CASONA DE MANUEL ALONSO CABALLERO:
Situada a la entrada del pueblo esta casona es un edificio típico montañés construido a mediados del siglo XVIII. De planta rectangular y fachada de sillería, dispone de tres plantas y cubierta a dos aguas. Destacan, además de sus escudos, las balconadas y el pórtico de doble arcada de medio punto.
Fue mandada construir por D. Juan Manuel Alonso Caballero, miembro del Santo Oficio.
Situada a la entrada del pueblo esta casona es un edificio típico montañés construido a mediados del siglo XVIII. De planta rectangular y fachada de sillería, dispone de tres plantas y cubierta a dos aguas. Destacan, además de sus escudos, las balconadas y el pórtico de doble arcada de medio punto.
Fue mandada construir por D. Juan Manuel Alonso Caballero, miembro del Santo Oficio.
En la parte derecha de su fachada su fachada podemos contemplar un escudo timbrado con las armas de la familia Alonso, labrados en piedra, y con figuras de
altorrelieve: Entre las balconadas vemos un impresionante escudo que
representa un busto con celada y yelmo, dos heraldos tocando la trompeta, y un campo terciado; 1º una cruz floreteada, 2º un león rampante coronado y un lucero de ocho rayos, y 3º un árbol de sinople con dos leones rampantes que apoyan sus patas sobre su tronco.
Escudo de los Alonso Caballero
En la esquina izquierda podemos ver otro escudo de la familia Alonso, con yelmo y dos leones coronadas cubriendo el escudo que lleva en su campo, un árbol y dos lebreles atados a su tronco. En una inscripción podemos leer su leyenda; "Estas armas y blasón, costumbres de Alonsos son"
Escudo de armas de los Alonso
CASONA DE LOS PÚLPITOS:
No muy lejos podemos contemplar la casona de los Púlpitos, que se halla a la salida del pueblo en dirección a Reinosa, concretamente en la calle Los Molinos y su construcción data del siglo XVIII. Edificio de tres alturas, de las cuales las dos primeras son de sillería, y en la del piso superior vemos una balconada de madera de cinco tramos. Esta balconada lleva los barrotes de madera y está sostenida por seis ménsulas.
Bajo esta solana, a ambos lados de la puerta principal podemos ver dos curiosos balcones "estilo púlpito" que eran muy típicos en el siglo XVIII, de los cuales ha tomado el nombre la casa.
No muy lejos podemos contemplar la casona de los Púlpitos, que se halla a la salida del pueblo en dirección a Reinosa, concretamente en la calle Los Molinos y su construcción data del siglo XVIII. Edificio de tres alturas, de las cuales las dos primeras son de sillería, y en la del piso superior vemos una balconada de madera de cinco tramos. Esta balconada lleva los barrotes de madera y está sostenida por seis ménsulas.
Casa y balcón de los Púlpitos
Bajo esta solana, a ambos lados de la puerta principal podemos ver dos curiosos balcones "estilo púlpito" que eran muy típicos en el siglo XVIII, de los cuales ha tomado el nombre la casa.
CASONA DE ANTONIO BUSTAMANTE:
Hoy en día, este edificio lo conocemos como La Casona del Capellán, y es una construcción de piedra situada en el antiguo Camino Real que unía Reinosa con Santander, al comienzo de la calle San José. Fue mandada construir en las últimas décadas del siglo XVIII, concretamente en el año 1776, Por el Licenciado Antonio Bustamante.
La casona esta formada por dos plantas, y recientemente ha
sido reconvertida en un bonito hotel. En la zona baja la casa también contaba con
una habitación para dar cobijo a los peregrinos que hacían el Camino de Santiago de Compostela. Dichos peregrinos
paraban habitualmente en casas de hidalgos, los cuales estaban obligados a
darles comida y un sitio donde dormir. Es por eso que la mayor parte de las casas
nobles junto al camino tenían una estancia dedicada a este fin.
Portalada de la casona
CASONA DE LOS VÉLEZ:
Esta casa es un magnífico edificio conformado en torno a un patio en el que aún podemos ver alguno de los restos de la antigua construcción del siglo XVI. Durante los siguientes dos siglos su estructura fue modificándose para construir una fachada que es la que hoy podemos contemplar en la calle principal.
Fue en origen la casa de de los Vélez, y después, por herencia de la familia Díaz Lavandero.
Esta casa es un magnífico edificio conformado en torno a un patio en el que aún podemos ver alguno de los restos de la antigua construcción del siglo XVI. Durante los siguientes dos siglos su estructura fue modificándose para construir una fachada que es la que hoy podemos contemplar en la calle principal.
Casa de los Vélez
CASONA DE VELARDE:
Esta casona también es conocida como la Casona de Portilla Tagle. Data de finales del siglo XVII. y un siglo después se le incorpora una tercera planta, mandada construir por D. José Gregorio de la Portilla Cevallos y Doña Rosa Gómez-Carandía Tagle-Bracho, sobrina del conde de Casa Tagle, que tenían importantes negocios de importación de vinos. A esta casa también pertenecieron D. Antonio y D. Manuel Bernaldo de Quirós, fundadores del Monasterio de Viaceli en Cóbreces
Casona y escudo de los Velarde
BEATERIO DE SAN LÁZARO:
La primera referencia sobre el Hospital de San Lázaro (Casa de San Lázaro o Malatería) está fechada en 1564. Parece claro que la primitiva fundación de Riocorvo (probablemente en el siglo XIV) corresponde a un lazareto que en el año 1694, se cita ya como “un beaterio de la orden tercera de Santo Domingo, anexo del convento de Nuestra Señora de las Caldas”. El edificio actual es una casa del siglo XIX (antigua casa rectoral) que por desgracia está casi en ruinas.
La primera referencia sobre el Hospital de San Lázaro (Casa de San Lázaro o Malatería) está fechada en 1564. Parece claro que la primitiva fundación de Riocorvo (probablemente en el siglo XIV) corresponde a un lazareto que en el año 1694, se cita ya como “un beaterio de la orden tercera de Santo Domingo, anexo del convento de Nuestra Señora de las Caldas”. El edificio actual es una casa del siglo XIX (antigua casa rectoral) que por desgracia está casi en ruinas.
Beaterio de San Lázaro
CAPILLA DE SAN JOSÉ:
Esta capilla data de principios del siglo XIX, concretamente del año 1804. Es un pequeño edificio que se encuentra encajonada entre dos viviendas particulares. Destaca su puerta de ingreso,
en la fachada principal, que se abre mediante un arco de medio punto con dovelas decoradas con motivos vegetales y rematada por un frontón triangular en el que vemos una
hornacina con arco de medio punto decorado, con la figura de Jesucristo.
En el tejado se ubica la espadaña, de una sola tronera y arco de medio punto rematada con una cruz. En ella aparece la fecha exacta de su construcción: “AÑO 1804”. Fue mandada
construir por José y Fernando Vélez de Cossío, como capilla particular. Antiguamente desde la vivienda contigua se podía acceder directamente al coro de la capilla, Esta familia la donó posteriormente al pueblo. Como curiosidad, en la espadaña pueden apreciarse
los impactos de bala producidos durante la guerra civil española.
Espadaña de la Capilla de San José
Además de estas magníficas casonas también podemos ver en Riocorvo un conjunto de casas interesantes.
Cartes
Conjunto Histórico
En Cantabria hay muchos rincones especiales que nos llenan de orgullo a los cántabros, no en vano se dice
de ella que es "infinita". Uno
de mis rincones favoritos es el Casco Histórico de Cartes, del que ya tenemos
noticias hacia el año 750, cuando el rey de Asturias Alfonso I impulsa la
repoblación de las zonas que ha conquistado a los musulmanes.
De la importancia de la Villa de Cartes nos da cuenta que Benito Pérez Galdós recreará en sus parajes la famosa novela Marianela, en la que menciona a las minas de Socartes (Cartes) y Aldeacorva (Riocorvo).
Cuando llegas a Cartes y traspasas su torreón te da la sensación de que estás penetrando en el medievo.
De la importancia de la Villa de Cartes nos da cuenta que Benito Pérez Galdós recreará en sus parajes la famosa novela Marianela, en la que menciona a las minas de Socartes (Cartes) y Aldeacorva (Riocorvo).
Cuando llegas a Cartes y traspasas su torreón te da la sensación de que estás penetrando en el medievo.
Casonas de Cartes
El pueblo Cartes se ubica en el corazón del Camino Real que unía la meseta castellana con el
puerto de Santander, por esta razón el núcleo de población creció a lo largo de este camino
dando lugar a lo que hoy conocemos como calle del Camino Real, una calle de poco más 500
metros de longitud.
En el año 1985 fue declarado Bien de Interés Cultural como conjunto histórico.
En el año 1985 fue declarado Bien de Interés Cultural como conjunto histórico.
Camino Real de Cartes
Muchos edificios no se conservan originales, ya que podemos ver que presentan algunas transformaciones y añadidos que se han sucedido a lo largo de su historia.
En Cartes las huellas del pasado son evidentes en las decoraciones artísticas de las casas, en sus escudos heráldicos y en los numerosos grafitos de canteros que encontramos a lo largo del recorrido.
Torreón de Cartes
Al ser un punto
estratégico del Camino Real muchos nobles pugnaron por tener el control de esta villa y nos han dejado el testimonio en el edificio más emblemático de Cartes, sus famosos torreones, que según los historiadores fue construido por la familia Manrique para defenderse de los señores de La Vega. Así, los condes de Castañeda Garci Fernández Manrique y Aldonza Téllez mandaron construir este espectacular torreón donde centralizaron la administración de las Asturias de Santillana.
El Torreón de Cartes fue destinado a cumplir una doble función que sirviera de defensa y a la vez de aduana. Se compone de dos torreones que se unen mediante dos
gruesos muros que sirven al mismo tiempo de pasarela entre ambos torreones así como de
puertas para abrir o cerrar el Camino Real. Estas puertas son dos arcos apuntados ojivales con hendiduras en la mampostería a modo de raíles por los que se
deslizaban las verjas.
Mi visión particular, una vez que he visitado varias veces estos torreones , y aunque me tachen de iluminado, es que la edificación es muy anterior al siglo XV. Me explico: Después de inspeccionar sus muros numerosas veces he podido constatar que en ellos hay numerosas grafitos o de marcas de cantería que coinciden con la infinidad de las que podido fotografiar en diferentes iglesias románicas de los siglos XII y XIII. Hay algunas que son idénticas y que por tanto deberían pertenecer al mismo taller o grupo de canteros, por lo que los escultores que dejaron sus marcas en las iglesias difícilmente pudieron grabar otras iguales en el siglo XV.
Pasando el Torreón, vamos caminando por la calle empedrada recientemente y
podemos observar una serie de casonas históricas con sus escudos de armas familiares, lo que
nos demuestra la importancia que tuvo
Cartes en su época medieval. Toda la calle está compuesta por casas de estilos
montañés o gótico con sus arcos ojivales y de medio punto y sus bellas balconadas, Cuando paseas por esta calle tienes
la sensación de que estás viviendo en otra época.
Estas son las marcas de cantero que podemos ver en los muros del Torreón de Cartes.
Estas son algunas de las marcas de cantero que he fotografiado en alguna de las iglesias románicas de los siglos XII y XIII.
Casa blasonada de Cartes
Si comenzamos la visita una vez pasado el puente, la primera
casona que nos encontramos es la del
CAPITÁN MIGUEL VELARDE.
Se trata de un conjunto compuesto por la casona, el corral y sus edificios auxiliares. La casa del Capitán Don Miguel Velarde fue en principio solar de los Bustamante a principios del siglo XVI. Se accedía a la casa a través de una portalada con arco de medio punto que en la actualidad carece del portón de madera que con seguridad tuvo en su origen.
CAPITÁN MIGUEL VELARDE.
Se trata de un conjunto compuesto por la casona, el corral y sus edificios auxiliares. La casa del Capitán Don Miguel Velarde fue en principio solar de los Bustamante a principios del siglo XVI. Se accedía a la casa a través de una portalada con arco de medio punto que en la actualidad carece del portón de madera que con seguridad tuvo en su origen.
Casa del capitán Miguel Velarde
Escudo de armas de los Bustamante y Velarde
CASONA DE QUIJANO MIER.
Es una notable casa de principios del siglo XVII. En la planta inferior destaca la puerta en arco rebajado, que tiene un festón vegetal en la rosca. Es curiosa decoración de la ventana inferior, con dos serpientes o dragones y la estrella de David en el medio. En el alféizar existe una estrella o rosa.
Al lado del balcón, se encuentra el escudo con las armas de Quijano: Está timbrado con yelmo con penacho y plumas y sujeto por dos leones rampantes. Su
campo es cuartelado; 1º, una torre almenada y a su puerta un león.
2º tres bandas y un lucero de ocho rayos en jefe y otro lucero igual en
punta. 3º, dos calderas y 4º, Una torre sobre ondas. Por debajo vemos una
leyenda que hace referencia al mayorazgo familiar en Viérnoles que recayó en
Don Francisco Quijano tras su vuelta de las guerras de Italia.
Escudo de armas de los Quijano* Mier
Contigua a la casa anterior podemos ver la casa de doña Melchora Quijano, que en origen estaban unidas, pues las había construido Don Toribio Sánchez de Quijano, miembro de la Inquisición. En esta se conserva el escudo de su nieta Melchora Quijano y Arce, que fue abuela de varios condes como el de Las Torres, el de Isla Fernández y el de Villafuerte.
CASA DE LA PUENTE.
Interesante fachada de composición barroca aunque construida a mediados del siglo XIX. El escudo representa las armas de La Puente González-Bustamante. En este escudo podemos ver un guerrero a caballo pasando por un puente sobre ondas. Sobre el puente una torre y dos leones rampantes junto a ella, y en una cinta la leyenda: "
"POR PASAR EL PUENTE/ME PUSE EN PUNTO DE MUERTE"
Escudo de armas de los De la Puente
CASA DE LOS OVIEDO
Anexa a la capilla de la Divina Pastora se encuentra esta Casa
de los Oviedo , también conocida como "Casa del Correo"que conserva una portada gótica aproximadamente del siglo XV, de
arco apuntado, decorado en la arista de intradós con besantes.
Tiene una
curiosa inscripción medieval en la clave del arco, escrita en gótico que
resulta prácticamente indescifrable. Se cree que pueda tratarse de un fragmento
de lápida sepulcral o de la dedicatoria de su propietario.
La planta primera fue reformada en el siglo XVII, cuando pasa a
la familia Oviedo, oriunda de Riocorvo.
Inscripción indescifrable
Según mi buen amigo, José Ramón Sáiz, el doctor Javier Ortíz Real en un trabajo de investigación en el año 2014, ha concluido que esta inscripción podría remontarse al siglo XIII y aunque no nos asegura estar en lo cierto, propone la siguiente lectura de la lápida. "Suerte para esta casa. Solo Dios nuestro señor tiene el poder sobre ella. Jesucristo, José y María. Hecha en la era MCCCIII, Susino"
CASONA DE LOS ARCOS:
Tiene interés por ser la única en en casco de la villa que introduce una solución de arcada barroca construida en piedra de sillería para cerrar el zaguán. Esto facilitaba la actividad comercial que pudieran tener los propietarios.
En el siglo XVIII fue reconstruida por el miembro del Santo Oficio Quijano Velarde.
Destaca su doble arcada de medio punto y la cornisa con motilones de piedra caliza que rodean las vigas de madera del alero.
Tiene interés por ser la única en en casco de la villa que introduce una solución de arcada barroca construida en piedra de sillería para cerrar el zaguán. Esto facilitaba la actividad comercial que pudieran tener los propietarios.
En el siglo XVIII fue reconstruida por el miembro del Santo Oficio Quijano Velarde.
Destaca su doble arcada de medio punto y la cornisa con motilones de piedra caliza que rodean las vigas de madera del alero.
CASONA DE LOS OBREGÓN:
La Casona de los Obregón fue construida en las últimas décadas del siglo XVII. Tiene dos alturas y en la segunda podemos ver una formidable balconada de madera torneada, dividida en cuatro tramos. Su fachada es toda de piedra de sillería. La puerta de la entrada es un arco de
medio punto compuesta de grandes dovelas de sillares y la solana de la planta superior podemos contemplar el escudo de armas de la familia Obregón.
Sus armas primitivas fueron; una mano cortada y una rueda de oro, a lo que después añadieron una cruz de gules floreteada. Algo distinto es el que aparece en Cartes donde vemos el escudo con chevrón desde el jefe a la punta y, en él, una cruz floreteada de gules. En
la punta, una mano cercenada y sangrante, y por último una rueda de oro y dos flores de lis.
Al lado del escudo podemos leer una leyenda con el lema
Casona de los Obregón:
En 1800 pasó a la familia Obregón que colocó su escudo policromado en la solana. El linaje de los Obregón es de los más nobles de la montaña, originario del pueblo de su mismo nombre en el municipio de Villaescusa.
Escudo de la casona delos Obregón
“ESTAS ARMAS DE OBREGÓN
TAN BELLAMENTE ADORNADAS
HIJAS LEXITIMAS SON
DE LAS BATALLAS GANADAS
AL REY MORO DE LEÓN.”
CASONA DE LOS MALADINO:
Esta casona tiene su origen en el siglo XV, de la que aún podemos
ver alguna de las ventanas decoradas originales. En la planta baja se abren dos portadas, una de arco muy rebajado de medio punto y la otra sencilla pero con grandes dovelas.
Un siglo más tarde, concretamente en el año 1556, fue reformada por el escribano D. Pedro Ruiz Maladino y la incorporó una fachada renacentista de piedra de sillería que es la que vemos en la actualidad.
Un siglo más tarde, concretamente en el año 1556, fue reformada por el escribano D. Pedro Ruiz Maladino y la incorporó una fachada renacentista de piedra de sillería que es la que vemos en la actualidad.
CASONA DE LOS QUIJANO-RASA (AYUNTAMIENTO)
Esta casona perteneció al solar medieval de la Casa de la Vega. En el siglo XVI lo reconstruye D. Pedro Sánchez de Quijano conservando de entonces su fachada norte. Presenta arco de ingreso de medio punto y un escudo de 1568. Este escudo heráldico de la familia Quijano Rasa lleva sobre el campo, un yelmo con brazo armado y dos banderas enarboladas que simbolizan la victoria militar que quería resaltar su promotor el capitán Don Pedro Quijano.
Escudo de armas de los Rasa
Santillana del Mar, es sin duda, el centro de mayor interés histórico y artístico que tenemos en Cantabria, y sin duda una de las localidades más visitadas y con mayor atractivo turístico. Desde los primeros asentamientos conocidos, La Cueva de Altamira es para nosotros el mayor orgullo y del que nos gusta presumir a todos los cántabros. Esta villa cuenta con un formidable patrimonio presidido por la joya del románico en nuestra región “La Colegiata de Santa Juliana”.
Foto de la neo-cueva de Altamira
Colegiata de Santa Juliana
El recuerdo de los nobles está presente en las casonas, en los palacios y en los innumerables escudos con las armas de sus propietarios, por lo que el visitante respira en cada rincón trozos de historia que nos hacen imaginar una Santillana en la que se mezclan diferentes estilos de arte, desde prehistoria, con sus maravillosas Cuevas de Altamira pasando por el medieval con su no menos famosa Colegiata, hasta el renacentista y barroco. de sus casas señoriales.
Casona y escudo en la calle Revolgo
Adentrarse en las entrañas de Santillana y pasear por sus estrechas calles es hacer un viaje al pasado. Pisar estas empedradas calles, entrar en sus casonas blasonadas con ricos escudos de antiguos
linajes, y en sus palacios , es perder la noción del tiempo. Por eso cuando hacemos una visita a Santillana el ambiente que se respira nos envuelve en una gran serenidad y sosiego.
Por eso este ambiente que se respira forma parte del paisaje y el arte de Cantabria una región tan generosa en bellezas culturales y naturales. Es Santillana un pequeño pueblo pero grande en obras monumentales como pueden ser, las famosas Cuevas de Altamira, donde todavía se puede percibir el trote de los bisontes prehistóricos, la Colegiata de Santa Juliana con su maravilloso claustro, y la Villa entera.
Este templo no
sólo es la construcción románica más importante de Cantabria, sino que debe
considerarse también como la propia razón de ser de la villa. Está dedicado a
Santa Juliana, que sufrió martirio en Bitinia (actual Turquía) en tiempos del
emperador romano Diocleciano. La historia de esta santa forma parte de la
tradición de martirios de jóvenes vírgenes muy difundida durante la Alta Edad
Media.
Bajando por la calle del Cantón nos encontramos con la casona que antiguamente era la casa Consistorial Esta casa de estilo barroco se encuentra situada al final de la calle del Cantón y es una construcción de planta rectangular, con dos alturas.
La fachada que se orienta a la calle del Cantón presenta en el cuerpo inferior un soportal con cuatro arcos rebajados que cobijan las dos puertas de acceso a la vivienda, una de ellas en arco apuntado formado por grandes dovelas.
Justo al lado de la colegiata y con la fachada principal mirando hacia la plaza tenemos la Casa de los Abades, también conocida como casa de la Archiduquesa de Austria. Es una construcción de finales el siglo XVII y que fue residencia de los abades de La Colegiata, como su nombre indica, pasando luego a propiedad de Don Pedro A. Barreda Bracho. Aquí vivió la Archiduquesa de Austria y Borbón durante su exilio tras la caída del imperio austro-húngaro. Actualmente es sede del Museo del Barquillero.
Torre de Don Borja
Se trata de un edificio de planta cuadrada, tejado sostenido con
pináculos decorativos en sus esquinas y dos alturas, en el que podemos destacar
la espléndida fachada principal que da a la calle de Santo Domingo. En ella,
podemos ver el monumental escudo de los
Peredo sobre una balconada de forja. El edificio todo de sillería tiene enmarcado un inmenso jardín botánico.
Este balcón en esquina, rematado en venera, parece ser un añadido posterior, lo mismo que la solana de la esquina contigua. El escudo se encuentra perfectamente conservado; en él pueden verse con detalle los cuarteles familiares y como se encuentra rodeado de altorrelieves de leones rampantes, cuernos de la abundancia, etc.
Hacia el este se encuentra la fachada principal de la casa la cual está hecha de sillares de buena fábrica. En el segundo piso, en medio de los balcones podemos apreciar los escudos con las armas de la familia.
Este zoo cuenta con pocas especies, pero bastante curiosas. Sus
habitantes son leones marinos, focas, pingüinos y patos. Antiguamente también
había osos polares y leones, pero en 2001 decidieron llevarse estos animales al
zoo de Cabárceno, para que pudiesen disponer de un hábitat más adecuado.
También podemos ver algunos monumentos dentro del gran parque,
entre los que destaca el dedicado a Félix Rodríguez de la Fuente, el amigo de
los animales que tenía bastante relación con Cantabria. En dicho monumento vemos al presentador de
"El hombre y la Tierra" con su animal más querido, el lobo.
También se tienen noticias de los restos de una antigua calzada. Ya en el
siglo IX, concretamente en el año 817 (era 853) se menciona en un documento a
“Vérmulas” como coto perteneciente al Monasterio de Santa María de Yermo.
Esta casa fue modificada en las décadas finales del siglo XIX aprovechando partes de la construcción original y de la antigua ermita. La portalada con dos arcadas de medio punto de la planta baja de la fachada, debe ser la original.
En las fachadas principal y lateral podemos ver dos buenos escudos de armas. Una de ellas está timbrada por yelmo, sobre cartela de rollos. El campo es mantelado. 1) Tres flores de lis. 2) Águila explayada. 3) Dragón o sierpe. 4) Dos animales pasantes colocados al palo. 5) En punta, Un árbol arrancado.
El otro escudo va timbrado por una enorme celada, tras la que sale un brazo armado, que empuña una espada y a cada lado de la punta, una mujer sentada que hace de tenante. El campo es mantelado, y con un pequeño escusón. 1) Tres flores de lis. 2) Águila explayada. 3) Dragón alado. 4) Dos leones rampantes y linguados. 5) En el mantel un árbol arrancado. En el escusón hay una leyenda en la que puede leer: "ARMAS DE VELARDE...".
Esta casona es una construcción de estilo barroco de mediados del siglo XVIII y fue mandada construir por Francisco Antonio Sánchez de Bustamante Ruiz Velarde. Es en esta época cuando empieza a formarse la plaza en la que podemos ver, la iglesia parroquial de San Ramón, esta casona con su portalada y gran escudo, el hospital y quizá la escuela. Por desgracia estas dos últimas y la portalada de la casona han desaparecido.
El campo es medio partido y cortado: 1.- Trece roeles, que representan las armas de Bustamante. 2.- Un león empinante a un árbol, con la bordura cargada de ochos aspas, que representan las armas de Ruiz. 3.- Tres flores de lis en la punta.
En origen la casa tenía portalada de piedra que hoy ha desaparecido, y una capilla. En la solana podemos ver un buen escudo de armas timbrado con yelmo y adornado de lambrequines.
El campo es medio partido y cortado y en él podemos ver: 1.- Cuartelado, dos manos nacientes del flanco izquierdo junto con dos luceros. 2.- Tres fajas. 3.- En jefe, tres flores de lis y en punta un dragón acompañado de un árbol. (Armas de Velarde) 4.- Tres fajas y bordura jaquelada. (Armas de Ceballos)
Conserva la caballeriza y el pajar adosados a la parte derecha de la fachada principal y se ve que ha sufrido varias reformas recientemente.
La familia Quijano tuvo gran importancia en Viérnoles hasta el punto de que en el año 1743 pretendió ostentar infructuosamente el patronato de la iglesia parroquial de San Román.
En 1742 pertenecía a Diego Quijano Velarde quien la había mandado construir y que poseía otra casa de su mayorazgo en Cartes. Su larga fachada exenta por completo de decoración solo dispone de una cornisa quebrada hace que los expertos la daten hacia 1720, anterior a otras casonas vecinas con decoración más barroca y más verticales. En la parte baja las tres arcadas de medio punto que dan paso al zaguán.
En la solana de cinco tramos reconstruida en el siglo XX aparece un escudo pintado que es una imitación al labrado en la casa de Cartes.
Los expertos no se ponen de acuerdo de quienes serían los propietarios de esta casa, aunque se inclinan por José Topalda Velarde, aunque la coincidencia con la portalada de la casa de Juan Velarde en el Barrio de Herrera.
Palacio de Benemejis y Casa del Águila
Colegiata de Santa Juliana
Colegiata de Santa Juliana
Sin ninguna duda podemos decir que la obra maestra y el vestigio más románico de la Colegiata de Santillana, es su fabuloso claustro. Estampa
perfecta dentro de su belleza reposada y su húmedo silencio. La
quietud se que se palpa en sus columnas y capiteles y en su patio central donde crece sin trabas la hierba
regada por las nubes cantábricas.
Claustro de la Colegiata
Diríase que la tradición hidalga de la Montaña se concentra, sobre todo en estas calles. Es imposible que nos formemos una idea justa de la colegiata, sin que la envolvamos en el cuadro artístico, típico y moral de este pequeño pueblo.
Santillana conserva todo su encanto medieval y es una villa para
saborear calle a calle, casona a casona.
Para pasear sus calles debes olvidarte por completo de calzados elegantes, pues
sus empedradas calles hacen necesario calzados cómodos.
Entre las numerosas construcciones
civiles merece destacar entre otras la torre del Merino, del siglo XIV, y la de Don Borja, del siglo
XV, el Palacio de los Peredo, o Benemejís, el Palacio de los Velarde, ala casona del Marqués de Santillana, que hoy conocemos como de Leonor de la Vega, la Casa de los Abades, las del Águila y la Parra, la de Cossio y Quevedo y la de los Sánchez Tagle.
Lavadero y abrevadero
Casas del Águila y la Parra
En la Plaza Mayor muy cerca del Ayuntamiento nos encontramos con estos dos edificios exponentes de la arquitectura civil montañesa de los siglos XVI y XVII. A finales del siglo pasado fueron adquiridos y rehabilitados por el gobierno de Cantabria y hoy la casa de la Parra acoge numerosas exposiciones culturales.
La casa situada a la derecha, junto al Ayuntamiento, es la Casa de la Parra
y data de principios del siglo XVI. Debe su nombre a que en origen disponía de
una enorme parra que adornaba su fachada principal antes de ser sustituida por
la pantalla de entramado de madera y ladrillo actual. Destaca su doble
portalada de arcos ojivales de grandes dovelas. Es la casa más antigua de las
dos, ya que fue construida en el siglo XVI.
Escudo de los Estrada Tagle en la Casa del Águila
A mediados del siglo XVII le fue adosada a su lado la Casa del Águila, que debe su nombre al escudo tallado en su fachada en el que podemos ver un águila con las alas explayadas dentro de una bordura de aspas adornada con flores de lis. que pertenece a las armas de la familia Estrada Tagle. También destacan en esta fachada principal las dos arcadas de medio punto que forman una portalada que da a la plaza. En el segundo cuerpo hay dos puertas balcón entre las que está colocado el escudo y por último, en el tercer piso, una solana balconada que recorre toda la fachada.
Casa de los Hombrones, o Casa de los Villa
Bajando por la calle del Cantón nos encontramos con la casona que antiguamente era la casa Consistorial Esta casa de estilo barroco se encuentra situada al final de la calle del Cantón y es una construcción de planta rectangular, con dos alturas.
La fachada que se orienta a la calle del Cantón presenta en el cuerpo inferior un soportal con cuatro arcos rebajados que cobijan las dos puertas de acceso a la vivienda, una de ellas en arco apuntado formado por grandes dovelas.
Una ancha imposta de sillares separa los dos cuerpos de la fachada, donde podemos ver varias ventanas adinteladas y el escudo de grandes dimensiones, que sin duda es el más monumental del pueblo, con las armas de los Villa. Este escudo lo componen dos personajes de gran tamaño que sujetan el escudo timbrado con yelmo con las armas de los villa exactamente igual que el que vimos en la casa del Águila,
Esta pieza armera se conoce con el nombre de los "Hombrones" por los dos soldados que figuran como tenantes, el cual lleva la siguiente inscripción UN BUEN MORIR ES ONRA DE LA VIDA".
Esta pieza armera se conoce con el nombre de los "Hombrones" por los dos soldados que figuran como tenantes, el cual lleva la siguiente inscripción UN BUEN MORIR ES ONRA DE LA VIDA".
Escudo de armas de la Casa de los Hombrones
Casa de los Cossío y Quevedo
Las casonas de los Cossío y de los Quevedo son dos casas
adosadas que podemos ver al final de la calle del Rio, frente al típico abrevadero que da acceso a la Colegiata. En la de los Quevedo, situada a la derecha y en cuya fachada norte se
puede apreciar el blasón de la familia sobre un antepecho. Fue construida en buena sillería, y con dos alturas. En la parte baja destaca el túnel con arcos
de piedra que pasa por debajo de la vivienda.
La casa de los Cossío es la que se encuentra más al norte, más
cercana a la Colegiata. En ella se puede observar uno de los escudos de armas
más bonitos e imponentes de toda la villa. Es también una casa construida en
sillería y con dos alturas y destacan, además del espléndido escudo, la
balconada de forja con peana de piedra y la portada adintelada que sirve de
entrada.
Casa de los Barreda - Bracho
Esta casona de los Barreda Bracho alberga hoy en día las dependencias del Parador Nacional Gil Blas cuyo nombre nos recuerda al famoso personaje literario. Es un edificio barroco construido a finales del siglo XVII .
Esta casona la podemos contemplar junto a la torre del Merino en la parte baja de la plaza. .Como la casi totalidad de las casonas de Santillana está construida en buena piedra de sillería, al estilo de las viviendas construidas por los hidalgos montañeses
del XVII en clara rivalidad con las antiguas casas medievales de Santillana. Su fachada principal está blasonada con el escudo de los Barreda, una de las familias más importantes de
la villa. Además del escudo en esta fachada destacan sus balcones de forja.
Casona y escudo de los Barreda Bracho
Casa de los Abades, o de la Archiduquesa
Justo al lado de la colegiata y con la fachada principal mirando hacia la plaza tenemos la Casa de los Abades, también conocida como casa de la Archiduquesa de Austria. Es una construcción de finales el siglo XVII y que fue residencia de los abades de La Colegiata, como su nombre indica, pasando luego a propiedad de Don Pedro A. Barreda Bracho. Aquí vivió la Archiduquesa de Austria y Borbón durante su exilio tras la caída del imperio austro-húngaro. Actualmente es sede del Museo del Barquillero.
Casa y Escudo de armas de la Casa de los Abades
Casa de los Sánchez Tagle
Esta casona de portada montañesa y fachada de sillería con doble
arcadura de medio punto fue construida a finales del XVII por los hermanos del primer marqués
de Altamira, que hicieron fortuna en las Indias. Destaca su escudo barroco y
monumental con las armas de la familia, y su original balconada corrida en el
piso superior.
Escudo de los Sánchez Tagle
Casa de Leonor de la Vega
Según nos cuentan algunas
leyendas tradicionales de la villa, esta casa fue la vivienda de Leonor
de la Vega, que fue la madre del primer Marqués de Santillana, de ahí el nombre
de la casa. Sin embargo, se sabe que la casa data de finales del siglo XV y
principios del XVI, con lo que no concuerda en el tiempo con la vida de Doña
Leonor ya que esta murió en el 1432.
Lo que sí parece más probable es que fuera la vivienda de su hijo, el propio primer
Marqués de Santillana, Don Íñigo López de Mendoza, natural de Carrión de los
Condes (Palencia).
Casa de Leonor de la Vega
El edificio está construido en buena sillería de piedra arenisca, tiene dos alturas y tejado a dos aguas. En la fachada principal que da a la Calle del Cantón, destacan los tres pequeños escudos de armas de la familia De la Vega entre las ventanas adinteladas, así como los herrajes de las dos puertas de la casa.
Escudos de la Casa de Leonor de la Vega
Torre del Merino
La Torre del Merino se encuentra en la Plaza, justo al lado de la Torre de don Borja y es
una torre defensiva gótica construida en el siglo XIV . Era la sede del merino o representante del
rey en la capital de la merindad o territorio administrativo. Santillana era la capital de las
llamadas Asturias de Santillana, la jurisdicción más grande de la época en Cantabria. Santillana fue capital desde el
año 1209 por fuero del rey Alfonso III hasta 1445, cuando otro monarca, Juan
II, crea el Marquesado de Santillana, y se lo otorga a Iñigo López de Mendoza en 1445, pasando la
villa de ser de realengo con obediencia directa a la corona, a ser territorio
señorial.
Torre del Merino
Está
prácticamente en su estado original pues aún mantiene, a día de hoy, su
primitivo aspecto, con algunas transformaciones que ha sufrido a lo largo de
los siglos, como por ejemplo la conversión de las almenas en ventanas con la
construcción del tejado o la pequeña ventana adintelada encima de la puerta,
que también es una modificación posterior.
Torre de Don Borja
La Torre de Don Borja se alza en pleno centro histórico de
Santillana del Mar, en la antigua Plaza del Mercado, que hoy conocemos como Plaza Mayor, junto a la Torre del Merino y el
Ayuntamiento de Santillana del Mar. Es
una construcción del siglo XV que se ha ido reformando a lo largo del tiempo
hasta nuestros días. Su nombre se debe al último titular del mayorazgo en 1844,
Don Francisco de Borja Barreda.
El edificio está dividido en dos torres unidas mediante un patio interior. La que vemos desde la Plaza Mayor es la principal y la de mayor importancia. En su fachada podemos apreciar los dos pequeños escudos de la familia Barreda y el soportal de doble arco apuntado como corresponde a su fecha de construcción. La torre está construida en sillería, tiene tres alturas y tejado a cuatro aguas.
Escudo de armas de los Barreda
A pesar de ser una torre fortaleza, se habilita como vivienda y
ése fue su uso hasta que, en las últimas décadas del pasado siglo fue adquirida
por la Fundación Santillana, quien hace una gran rehabilitación por la que
recibe el importante premio “Europa Nostra” por su espectacular trabajo de
rehabilitación y conservación.
Desde ese momento la Torre de Don Borja se convierte en sede de
la Fundación Santillana, creada para impulsar, renovadores proyectos educativos
y culturales, siendo sede de exposiciones y diferentes encuentros culturales de
prestigio.
Palacio de los Peredo - Barreda
El palacio de los Peredo-Barreda o también conocido como Palacio
de Benemejís se encuentra ubicado en la
calle de Santo Domingo, en la misma entrada al casco histórico de la villa
desde la carretera, muy cerca del Museo Diocesano.
Este palacio lo podemos considerar como uno de los edificios más
elegantes de la villa y data de principios del siglo XVII. El primer propietario fue D. Francisco Miguel
de Peredo y fue construido sobre alguna antigua torre o vivienda que la familia Barreda poseía en el solar, lo
que indica el porqué de la segunda parte de su nombre.
Palacio de los Peredo, o Benemejís
La denominación de Palacio de Benemejís viene de más adelante, cuando
los descendientes de la marquesa de Benemejís fueron los propietarios del
inmueble hasta que lo adquirió Caja Cantabria, actual propietario.
Palacio de los Velarde
El edificio fue construido en a mediados del siglo XVI por el caballero Alonso de Velarde y es de estilo renacentista, descrito por los expertos como de transición del gótico al renacimiento. Sus obras se concluyeron en 1556. Destaca por sus ventanas ritmadas y su coronación de pináculos decorativos.
Se trata de un inmueble de planta rectangular, que tiene tres alturas y ático. En su fachada principal, se aprecia el espléndido escudo de la familia Velarde, los balcones de forja y el soportal. Es uno de los más emblemáticos del conjunto histórico local.
Palacio de Velarde
En sus orígenes, el palacio perteneció a la familia Velarde,
pero más tarde fue morada de escritores, príncipes o condes. Perteneció a los Duques de Parcent, pasando
años después al príncipe Hohenlohe, de descendencia alemana, casado con una
hija de los duques de Parcent. El hasta ahora propietario, descendiente de un
médico de Torrelavega, lo poseía desde hace 35 años.
Escudo de armas de los Corro en el palacio de Velarde
Palacio de los Infantes
En el centro de la Villa, el Hotel Los Infantes, Palacio del
siglo XVIII con espléndida fachada destaca sobre la puerta principal dos escudos
de la familia Calderón y Felipe V, trasladada piedra a piedra desde el pueblo
cercano de Oreña, en el año 1.971, franqueado por un bonito jardín con terraza,
hall decorado con muebles y objetos antiguos y una hermosa colección de
relojes.
Liérganes
Conjunto Histórico
Los primeros datos que conocemos sobre esta villa se remontan al
año 816, en el que en una escritura de Santa María del Puerto de Santoña se
alude al Monasterio de San Martin de
Liérganes y a la propia villa, a
propósito de la donación que el conde Gundesindo otorgó al monasterio de
Fistoles.
Son vestigios de un pasado que ha dejado una imborrable huella,
en los más recónditos lugares de un pueblo que día a día vive al amparo de su
historia escrita a hierro forjado por la sabiduría de sus maestros.
El casco viejo de Liérganes es uno de los lugares más bellos de
nuestra región y está considerado como
Conjunto Histórico de Cantabria, por lo
que un paseo por sus calles hace las delicias de los visitantes y tal vez tenga
poco que envidiar a Santillana del Mar, ya que como ésta tiene un gran encanto.
Seguimos las hermosas calles que van a confluir a la plaza del
Marqués de Valdecilla, casas, cuyas fachadas, todas de piedra, nos van marcando
el sendero. Así es Liérganes, un lugar
sencillo y natural, llena de encantos que poco a poco iremos descubriendo en el
paseo que vamos a dar.
Muchos son los edificios emblemáticos que podemos ver en
Liérganes, casonas solariegas, majestuosos escudos de armas de los nobles de la
villa y entre sus edificios más notables podemos destacar; la Casa de los Setién, correspondiente al
siglo XVI; Puente Mayor, de la misma época; Casa de los Cañones; palacio de los
Cuesta Mercadillo, la casa de los Miera Rubalcaba, la casa de los Rañada Portilla, la casa de José Antonio Riaño, la casa de los Langre, la
casa del Intendente Riaño; la iglesia parroquial de San Pedro, y la iglesia de San Pantaleón, situada sobre una
colina.
El Puente Mayor:
El río Miera cuenta en su tramo medio con tres puentes de
similar fábrica, en Mirones, Rubalcaba y Liérganes. Este último, al que dicen
romano aunque se construye a finales del siglo XVI, se levanta en el lugar en
que debió estar uno más antiguo, arrollado por una avenida torrencial del río.
Puente Mayor, o Puente romano
Se trata de un puente de un solo ojo a cuya vera aparece un singular establecimiento molinar, perteneciente a la familia Rubalcaba como reza una inscripción en el dintel de la puerta de acceso, donde se lee la fecha de construcción, 1667.
Inscripción en el molino del puente
La Casa de los Setién:
Son dignos de mención una magnífica ventana plateresca, el balcón, enmarcado por esbeltas columnas, y un arquitrabe con ornamentales y altos pináculos que acogen al escudo de armas de Setién.
El escudo presenta la talla de un castillo con adornos y lambrequines de estilo plateresco. Lleva en el campo un solo cuartel, y en él se ve el castillo sobre peñas, a cada lado un helecho con una zorra pasante y en jefe, el sol, la luna y las estrellas.
Casa de los
Cañones,
o de Cantolla Miera
A las afueras de la localidad encontramos
la Casa de los Cañones, un edificio civil que se construyó durante los años
1714 y 1716 con un marcado estilo barroco. Desde el exterior podemos ver una preciosa
portada almohadillada de dos cuerpos, en
el superior vemos un balcón de hierro forjado que que quizá sea el primero de
la época.
En su origen la edificación contaba con una capilla que ahora se encuentra en los exteriores de la finca, lo que si se conserva en el lugar de origen son los peculiares cañones que dan un aire militar a la casa.
En su origen la edificación contaba con una capilla que ahora se encuentra en los exteriores de la finca, lo que si se conserva en el lugar de origen son los peculiares cañones que dan un aire militar a la casa.
La casa perteneció a Domingo de la Cantolla Miera y su escudo de armas está adornado con lambrequines y en su campo partido lleva, bordura cargada con siete veneras, y en los cuarteles; 1º un castillo donjonado sobre peñas (armas de Cantolla) y 2º, cuartelado, un árbol surmontado por un lucero de siete rayos, junto con un castillo de dos cuerpos (armas de Miera)
Casa de los Rañada Portilla:
La Casa de los Rañada Portilla se encuentra en pleno barrio del Mercadillo. En realidad
era una sola casa, edificada en el siglo XVI, pero tras las disputas familiares
entre Juan de la Rañada Rubalcaba y su vecino, Pascual de la Portilla, fueron
separadas en dos.
Están construidas en mampostería y sillería, y en su fachada lucen los escudos de armas de las familias. Tienen dos plantas de altura, accediéndose a través de un zaguán. Uno de los elementos más destacables de la fachada son las galerías de madera, adornadas con macetas de flores y unos espectaculares cactus colgantes.
Casa y escudo de los Rañada Portilla
Casa de los
Langre:
La casona de Langre, es una construcción de mediados del siglo
XVII que no hace mucho tiempo ha sido
reconstruida. En la fachada vemos dos
arcos de medio punto sobre los que se colocó un pequeño balcón de hierro.
A los lados podemos ver dos pequeño escudos con las armas de los Langre,
Mercadillo y Miera, en el de la izquierda; y las de Rañada y Rubalcaba en el de la derecha.
Casa del Intendente Riaño:
La casa del Intendente Riaño fue construida en el siglo XVI por
Juan Antonio Riaño y Bárcena. Esta casa
presenta un elegante arco de medio punto con grandes dovelas, ventanas y
sobrias balconadas. Sobre la puerta de
la fachada principal podemos contemplar el escudo de la familia Riaño.
A principios del siglo XVIII la casa fue ampliada, pero mantuvo
el estilo de la época con la fachada de sillería, ventanas simétricas y balcón
sobre ménsulas con una cornisa del mismo tipo.
Casa de los Rañada Rubalcaba
Esta casa solariega fue construida en 1664, a expensas de don García de la Rañada Rubalcaba y muestra en
su fachada dos escudos, uno sin labrar y
el otro, aunque borrado, aun podemos vislumbrar las armas de Rañada y
Rubalcaba. Fue vendida en 1786:
"Iten declaro que vendí al Rey Nuestro Señor la casa y huerta que tenía en
el barrio del Mercadillo contigua a las Reales Fábricas de Artillería (...) en
precio de doce mil reales de vellón"
Esto explica que el escudo de la familia fuera borrado
intencionadamente. Por otra parte el escudo sin labrar podría indicar que don
García de la Rañada murió sin estar casado.
En un lateral de la finca puede verse un muro cuya apariencia nada tiene
que ver con la construcción a la que soporta. Se trata al parecer de los únicos
restos que perduran de la Fábrica.
Casa de Cárcova Rubalcaba
La Casa de Cárcova Rubalcaba, más conocida como Palacio de la Rañada, la podemos ver en este barrio de la
Rañada y se encuentra en una finca particular rodeada de un precioso
jardín. Es una construcción de dos
plantas y destaca principalmente el arco que forma la puerta de acceso a la
vivienda.
Casa de Cárcova Rubalcaba
Es una casona del siglo XVIII y fue mandada construir por José Domingo de la
Cárcova Rubalcaba y destaca en su fachada una portalada de dos cuerpos, la inferior
se abre por medio de un arco de medio punto y en la parte superior podemos ver un escudo de armas.
Escudo de armas del Palacio de la Rañada
Casa de los Miera Rubalcaba:
Muy cerca de Liérganes se encuentra el pueblo de Rubalcaba donde podemos contemplar otra extraordinaria casa con escudo de armas . Esta casa, o al decir de los habitantes del lugar, la casona de Miera-Rubalcaba es una magnífica construcción de sillería, de principios del siglo XVIII. Su planta es de dos pisos, y lo que más llama la atención son sus arcos en la parte inferior de la fachada y el gran escudo junto al balcón en esquina en la superior.
Este balcón en esquina, rematado en venera, parece ser un añadido posterior, lo mismo que la solana de la esquina contigua. El escudo se encuentra perfectamente conservado; en él pueden verse con detalle los cuarteles familiares y como se encuentra rodeado de altorrelieves de leones rampantes, cuernos de la abundancia, etc.
Casa y escudo de armas de los Miera Rubalcaba
En uno de los ángulos que delimitan la finca encontramos la famosa Cruz de Rubalcaba. Se trata de un cubo de sillería rematado por una imposta moldurada que presenta en el centro un gran escudo.
Cruz de Rubalcaba
Iglesia de San
Pedro Ad Víncula:
La iglesia de San Pedro Ad Víncula es la parroquial
de Liérganes, y podemos ver un templo de
grandes dimensiones edificado sobre otro románico anterior del que se conserva
el ábside. Es de estilo claramente renacentista con algunas reminiscencias
góticas.
Iglesia de San Pedro Ad Víncula
Se construyó entre finales del siglo XVI y primeras décadas del XVII
como podemos ver en una inscripción de la fachada meridional. Destaca su
portada de arco de medio punto enmarcada entre dos pilastras.
Iglesia de San
Pantaleón:
La iglesia de San Pantaleón se localiza en un altozano al Sur
del pueblo, y mantiene algunos elementos de tradición románica a pesar de que es
una construcción de la segunda mitad del
siglo XIII. Está construida en buena piedra de sillería con cornisas y
canecillos de caveto bastante rústicos.
Tal vez su elemento más destacable sea la puerta del muro septentrional,
que presenta arco apuntado y arquivoltas de baquetones y medias cañas sin
decoración y cimacios lisos. Podemos ver otras dos puertas de cierto mérito en el pasadizo de la torre.
Alceda
Conjunto Histórico
Es un entorno muy particular este Conjunto Histórico de Alceda,
que le han hecho acreedor como Bien de Interés Cultural desde 1985 es el rincón
privilegiado para el arte arquitectónico
y para la intimidad del visitante.
Compuesto por una serie de casonas
blasonadas y edificios hidalgos, donde destacan los sillares de sus esquinales,
los pináculos, las bolas herrerianas y las gárgolas de los muros, que rivalizan
con el barroco de los escudos familiares, donde las armas de los Rueda
Bustamante, los Ruiz Bustamante, y los Ceballos se dan a conocer, no sólo en
las fachadas, sino en las arcadas y torres blasonadas. A partir del siglo XV y
hasta el siglo XVIII se alineaban a lo largo del Camino Real, escudos
nobiliarios con el afán de comunicar al caminante sobre la importante estirpe
de los solares que cruzaba.
Casona de los Ruiz Bustamante
Comenzamos nuestro recorrido por la Casona de los Ruiz
Bustamante que fue construida en los primeros años del siglo XVII por mandato
de Domingo Ruiz Calderón y doña Elena de Bustamante. El edificio lo compone una
casa adosada a una torre de planta cuadrada, cubiertas con tejado a tres aguas.
El segundo nivel de la edificación se separa del primero por línea de imposta, en este se abren tres puertas tipo ventana con antepechos abalaustrados de madera, cada una de estas sobre cada uno de los arcos de la planta inferior.
Casona de Mora
La Casona Mora fue construida hacia el siglo XVII, su dueño fue
don Juan de la Mora y Villegas, caballero de Santiago y correo mayor real en
Nápoles, que nació en Alceda en 1623.
Casona y escudo de los Mora
Esta edificación es de planta rectangular y dos cuerpos de
altura separados por líneas de imposta plana y cubierta con techo a dos aguas.
Está hecha de sillería en la fachada
principal, vanos, esquinas y los cercos, siendo el resto del inmueble de
mampostería. Quizá es la más humilde de las casonas que hemos visitado.
La fachada principal está orientada hacia el Este, en ella tiene
un zaguán con dos arcos de medio punto que se apoyan sobre un pilar central. La
cornisa es de piedra moldurada. En el
nivel superior en medio de dos ventanas y un poco descentrado de los arcos hay
un escudo de armas, con yelmo y sostenido por dos leones rampantes. El escudo
tiene el campo cuartelado y en él podemos ver salladas las armas de los Mora
Villegas.
Escudo de armas de los Mora
Casona de Mercadal
El palacio-casona del Marqués de Mercadal se construyó a
expensas de don Bernabé Bustamante en 1737 y actualmente es propiedad de la
familia Casanueva. Sencillo en su concepción, es el más moderno
de los edificios del entorno en los que se entronca con sus rasgos más
peculiares.
Portalada de acceso al palacio
Tiene una portada al norte que da acceso a la finca. Es
sencilla, con pináculos y bolas, destacado el barroco escudo con leones,
soldados, infantes… y las armas de Bustamante y otros entronques.
La casa tiene planta cuadrangular con la fachada principal al
oeste que lleva dos arcos de medio punto sobre pilastras y un balcón de hierro forjado
sobre ellas. Desde que se construyó perteneció a los Bustamante – Ceballos que
entroncarían más adelante con los Villa, Castañeda. Obteniendo en el siglo XVIII el
título de marqueses de Mercadal.
Escudos de armas de la Casa Mercadal
Casona de los Rueda Bustamante
Justo enfrente, al lado del antiguo Camino Real podemos ver la
torre-palacio de los Rueda Bustamante, una casona del siglo XVI, con cuatro
plantas que ostenta un enorme escudo familiar en el tercer piso, y adosada a la
torre, una vivienda de estilo montañés del siglo XVII compuesta por dos plantas.
Con respecto a la casona esta se encuentra anexa a la cara norte
de la torre, es de planta rectangular y tiene un techo a dos aguas. Tiene dos
pisos de altura que están separados por líneas de imposta de moldura plana.
La torre es de base cuadrada y está cubierta con un tejado a cuatro aguas. Tiene, vista desde fuera tres cuerpos separados por líneas de imposta, siendo realmente cuatro pisos estructurales.
Hacia el este se encuentra la fachada principal de la casa la cual está hecha de sillares de buena fábrica. En el segundo piso, en medio de los balcones podemos apreciar los escudos con las armas de la familia.
La fachada orientada al Este
es de sillería, en esta vemos una ventana con rejas en el cuerpo
inferior mientras que en el segundo sobresale un gran balcón al que se tiene
acceso a través de dos puestas ubicada a los extremos del mismo. En el tercer
cuerpo destaca un gran escudo que se encuentra en medio de dos ventanas
ricamente decoradas.
También como parte de este complejo está la capilla de la
Purísima Concepción al sur de la torre, está construida en mampostería y
sillería en las esquinas, sin ventanas en los muros y formada por una base cuadrada
y tejado a dos aguas. En el lado
este se ha colocado una sencilla espadaña de una sola tronera. Curiosamente en
el frontal de los muros se han tallado sendos escudos que parecen
corresponderse con los de la casona.
Casona de los Ceballos
También del siglo XVI aunque reedificada en el XVII, esta casa construida
por don Pedro de Ceballos y Sáiz de la Concha en 1670, La Casona de Ceballos es un edificio de planta
rectangular con dos alturas y techo a dos aguas construido a mediados del siglo
XVII hecho de sillería en la portalada,
fachada principal, esquinas y vanos, el resto del edificio está hecho con
mampostería.
Orientada hacia el sur tenemos la fachada principal de la casa,
protegida con muros cortafuegos hechos de sillería y rematadas en su parte
superior por bolas de estilo herreriano. En la planta baja de la casa hay un
soportal sostenido por columnas troncocónicas con capiteles dóricos. El nivel principal estuvo entramado de
ladrillo y madera a modo de espiga, actualmente el muro esta enfoscado, en este
se abren cuatro ventanas con antepechos abalaustrados de forja.
Adosada a la casa hay una torre que se dice fue construida sobre otra más antigua. La torre de planta cuadrada tiene tres alturas más un desván abuhardillado y cubierta con un tejado a cuatro aguas que está rematado con cornisa moldurada y pináculos en las esquinas. Los niveles de la torre están separados por líneas de imposta de moldura plana.
El escudo de la portalada aparece con cruz de Santiago acolada y
timbrado por yelmo celado con plumas, cuatro grandes lambrequines y una
mascarilla en cada esquina. Bajo la punta una máscara y adornos frutales.
Escudo de la portalada
El
campo se muestra cuartelado: 1º. Tres
fajas y bordura de dos órdenes de ajedrezado jaqués. Armas de Ceballos. 2º. Cuartelado:
1) y 4) una venera; y 2) y 3) un árbol con perro pasante, que son las armas de
los Concha. 3º. Un castillo donjonado sobre unas peñas,
armas de Cubilla. 4º. Diez roeles, armas
de los Bustamante. A modo de bordura lleva
una inscripción con el lema: “ES ARDID DE CABALLEROS CEBALLOS, PARA (B)ENCELLOS”.
Escudos de los Ceballos
En la torre podemos ver otro escudo que se presenta timbrado por
guerrero con yelmo celado y empuñando una espada. Tiene dos leones tenantes
soportando la cartela de rollos, bajo la punta un Green Man de cuyas fauces salen tallos vegetales. De
campo sencillo en el que vemos: Tres fajas y bordura cargada con un orden de
ajedrezado, que son las armas de Ceballos.
Bajo el blasón se inscriben dos lemas:
Bajo el hastial de la casa, también podemos ver un escudo sobre
cartela de rollos, timbrado por celada con plumas y algo más antiguo que los
anteriores. Su campo lo tiene partido: 1º.
Tres fajas y 2º. Cinco veneras en
sotuer. Armas de Pimentel.
Santander
La Magdalena
Este palacio está ubicado en la península de La Magdalena, y es un
parque de carácter público muy cerca de El Sardinero. La península está situada en una de las bocas de
la bahía de Santander, y es la principal zona de esparcimiento tanto de
turistas como de vecinos y destaca por su vegetación boscosa. Cuenta también
con una playa, la de La Magdalena, un minizoo y un parque de recreo infantil,
así como diversas edificaciones.
Palacio de la Magdalena
En 1977 el Ayuntamiento de Santander llegó a un acuerdo con Don
Juan de Borbón, Conde de Barcelona, con el fin de recuperar la Península para
la ciudad. En 1982 el Palacio fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional.
Palacio de la Magdalena
En estos años, sin embargo, el deterioro tanto del Palacio como
de las Caballerizas y el Paraninfo era muy notorio, de manera que el
Ayuntamiento acometió definitivamente la rehabilitación integral de estos
espacios en la primera mitad de los años noventa. Las actuaciones de mejora y
modernización culminaron con su inauguración por los Reyes Don Juan Carlos y
Doña Sofía, el 14 de junio de 1995.
Palacio de la Magdalena
La Península de la Magdalena es, sin duda alguna, uno de los sitios más emblemáticos de la ciudad de Santander, el lugar perfecto para descubrir una gran cantidad de sensaciones. Un lugar en el que descubrir la esencia del Mar Cantábrico, un lugar en el que disfrutar del verdor de toda la península y un lugar que recorrer despacio, y dejando volar la imaginación y los sentidos.
Sin embargo lo que más me atrae de la Península de la Magdalena, aparte de
su magnífico palacio, es el “Museo del Hombre y la Mar”, una exposición al aire libre de las tres
embarcaciones donadas por el marino cántabro Vital Alsar, con las cuales cruzó
el Atlántico, rememorando la travesía de Cristóbal Colón y la ruta del descubrimiento de América
Carabelas del marino cántabro Vital Alsar
Junto a estas tres carabelas, que nos hacen recordar a la Pinta, la Niña y la Santa María, destaca la
figura de una sirena mirando al mar y tocando una caracola a modo de trompeta, como si fuera el mascarón de proa de una de
las naves colombinas, muy parecido al que luciera la Marigalante, nao de
nuestro paisano, marino y cartógrafo Juan de la Cosa.
Muy cerca de estas tres carabelas podemos ver la réplica de una
balsa que el navegante Vital Alsar utilizó para llegar en una de sus tres
expediciones desde Ecuador a Australia, que el marino cántabro realizó en 161
días de navegación.
Balsa de Vital Alsar
También es muy interesante el zoo marino de La Magdalena, que como
su nombre indica, es un pequeño Zoológico situado en una zona rocosa de la
Península de la Magdalena. Fue inaugurado en 1985 y se encuentra junto a un
acantilado y, a través de una serie de canales, el agua del mar Cantábrico
entra directamente en los recintos donde se encuentran los animales.
Entradas del agua desde el mar
Leones marinos
Pingüinos
Viérnoles
Conjunto
Histórico
El pueblo de Viérnoles perteneciente al municipio de Torrelavega es otra de las
poblaciones más características del estilo barroco que a lo largo del siglo
XVIII fueron construidas en nuestra región. Su
historia podemos remontarla a la época romana como lo demuestran los restos
encontrados entre los que destaca el Ara dedicada a uno de los principales
dioses cántabros, Erudino. El ara fue hallada en el Monte Dobra por
Hermilio Alcalde del Río y que hoy en día podemos contemplar en el
Museo de Prehistoria de Santander.
La inscripción está fechada en el año 399 dice entre otras cosas "...Cornelius, aldeano de Auniganium, dedico este ara al dios Erudino el X de las kalendas de Agosto. Esa fecha corresponde al 24 de julio del año 399. Sin embargo posteriores investigadores como González Echjegaray nos dicen que la fecha más acorde para interpretar la era consular dataría el ara en el año 161 d. C.
La inscripción está fechada en el año 399 dice entre otras cosas "...Cornelius, aldeano de Auniganium, dedico este ara al dios Erudino el X de las kalendas de Agosto. Esa fecha corresponde al 24 de julio del año 399. Sin embargo posteriores investigadores como González Echjegaray nos dicen que la fecha más acorde para interpretar la era consular dataría el ara en el año 161 d. C.
También
sabemos que en el entorno de la ermita de San Jorge, de origen tardorrománico y
hoy día desaparecida, ya que fue derribada en 1936 existió una necrópolis
medieval. Así mismo, en un prado situado justo al lado de donde se alzaba
esta ermita hubo un sarcófago labrado en piedra y que desapareció hace unas
décadas, sin que hayamos vuelto a tener noticias de su existencia.
A mediados
del siglo XV ya estaba documentada la ferrería de La Rucha, que funcionaría a
pleno rendimiento hasta comienzos del siglo XIX, que fue cuando se iniciaría su
decadencia debido a la bajada del precio del hierro tras la Guerra de la
Independencia Americana, aunque la ferrería se mantuvo funcionando hasta el año
1847.
En el año 2010 son declaradas varias casonas de Viérnoles como
Bienes de Interés Local y entre ellas podemos encontrar, la Casona del
Mayorazgo de los Velarde, la casa de
Sánchez Bustamante, la casa de García Velarde y Ceballos, la casa de Eugenio de
la Torre, la casa de Quijano, la casa y portalada de José Topalda Velarde, la
casa de Fernando del Cerro, etc.
CASA DEL MAYORAZGO DE JUAN VELARDE
Se trata de una de las casas monumentales de Viérnoles que
recientemente han sido declaradas Bien de Interés Local. El segundo mayorazgo formado en la familia,
lo estableció Juan Velarde el Viejo probablemente en la segunda década del
siglo XVII, hermano menor de Alonso Velarde “el viejo de Rucha”, que continúa
el mayorazgo principal.
El mayorazgo de Juan Velarde estaba asentado en la Ferrería de la Rucha, por lo tanto los que vivieron en esta casa fueron sus descendientes, tras la reconstrucción que se llevó a cabo en el siglo XIX. Originariamente la casa perteneció a don Román Velarde, párroco de la iglesia asturiana de Santa Eulalia de Cabranes, quien debió fundar la ermita dedicada a esta santa y que hoy en día ha desaparecido
El mayorazgo de Juan Velarde estaba asentado en la Ferrería de la Rucha, por lo tanto los que vivieron en esta casa fueron sus descendientes, tras la reconstrucción que se llevó a cabo en el siglo XIX. Originariamente la casa perteneció a don Román Velarde, párroco de la iglesia asturiana de Santa Eulalia de Cabranes, quien debió fundar la ermita dedicada a esta santa y que hoy en día ha desaparecido
Esta casa fue modificada en las décadas finales del siglo XIX aprovechando partes de la construcción original y de la antigua ermita. La portalada con dos arcadas de medio punto de la planta baja de la fachada, debe ser la original.
Se conserva aún la
portalada sin escudo, obra de algún cantero del Valle de Buelna, similar a otra
situada en el barrio de Rodanil, perteneciente a José Topalba Velarde.
En las fachadas principal y lateral podemos ver dos buenos escudos de armas. Una de ellas está timbrada por yelmo, sobre cartela de rollos. El campo es mantelado. 1) Tres flores de lis. 2) Águila explayada. 3) Dragón o sierpe. 4) Dos animales pasantes colocados al palo. 5) En punta, Un árbol arrancado.
Escudo de armas de los Velarde
El otro escudo va timbrado por una enorme celada, tras la que sale un brazo armado, que empuña una espada y a cada lado de la punta, una mujer sentada que hace de tenante. El campo es mantelado, y con un pequeño escusón. 1) Tres flores de lis. 2) Águila explayada. 3) Dragón alado. 4) Dos leones rampantes y linguados. 5) En el mantel un árbol arrancado. En el escusón hay una leyenda en la que puede leer: "ARMAS DE VELARDE...".
CASA DE SANCHEZ BUSTAMANTE "DE LOS LEONES"
Esta casona es una construcción de estilo barroco de mediados del siglo XVIII y fue mandada construir por Francisco Antonio Sánchez de Bustamante Ruiz Velarde. Es en esta época cuando empieza a formarse la plaza en la que podemos ver, la iglesia parroquial de San Ramón, esta casona con su portalada y gran escudo, el hospital y quizá la escuela. Por desgracia estas dos últimas y la portalada de la casona han desaparecido.
Lo más destacado que encontramos es un bellísimo escudo en un
lateral de una de las fachadas y que por eso se conoce popularmente a esta casona
como la casa "de los leones". Todavía
en la corrralada se conserva la caballeriza y pajar, pero no así su portalada conocida
como de San Antonio, que hasta mediados del siglo XX estuvo documentada en
fotografías antiguas.
El monumental escudo con gran profusión de adornos lleva como
timbre la cabeza de un guerrero con celada al que acompañan dos figuras con
sendas cuernas y por soportes un león coronado a cada lado.
Escudo de armas de los Bustamante Ruiz
El campo es medio partido y cortado: 1.- Trece roeles, que representan las armas de Bustamante. 2.- Un león empinante a un árbol, con la bordura cargada de ochos aspas, que representan las armas de Ruiz. 3.- Tres flores de lis en la punta.
CASA DE GARCÍA VELARDE Y CEBALLOS
Se encuentra en la misma plaza de la iglesia y su estilo es
similar al de la casa de los leones. Su
construcción se remonta hacia las primeras décadas del siglo XVII, entre 1720 y
1740. Según el catastro de la Ensenada
esta casa fue propiedad de Pedro García Velarde, poseedor de un mayorazgo y
casado con Mariana Sánchez de Bustamante.
Casa de García Velarde y Ceballos
En origen la casa tenía portalada de piedra que hoy ha desaparecido, y una capilla. En la solana podemos ver un buen escudo de armas timbrado con yelmo y adornado de lambrequines.
Escudo de Armas
El campo es medio partido y cortado y en él podemos ver: 1.- Cuartelado, dos manos nacientes del flanco izquierdo junto con dos luceros. 2.- Tres fajas. 3.- En jefe, tres flores de lis y en punta un dragón acompañado de un árbol. (Armas de Velarde) 4.- Tres fajas y bordura jaquelada. (Armas de Ceballos)
CASA DE EUGENIO TORIBIO DE LA TORRE
Esta casa fue construida por Eugenio Toribio de la Torre en 1733. Su fachada de sillería entre dos hastiales, tiene
una solana hoy en día muy modificada con elementos modernos y un soportal en el
piso bajo con dos arcadas de medio punto bastante descentradas. En la segunda planta podemos ver un buen escudo
de época barroca y una hornacina. Sobre los marcos de las puertas de esta
solana se han tallado las figuras del sol, la luna y dos flores de lis.
Casa de Eugenio Toribio de la Torre
Conserva la caballeriza y el pajar adosados a la parte derecha de la fachada principal y se ve que ha sufrido varias reformas recientemente.
En la solana vemos un magnífico escudo, timbrado con yelmo y
adornado con lambrequines y soportado por dos leones y en la punta dos sirenas.
El campo es cortado, 1.- En jefe tres castillos, bajo los que hay un águila,
tres flores de lis y una banda engolada en dragantes. 2.-
Dos leones empinados a un árbol arrancado.
Escudo de armas de Eugenio Toribio de la Torre
CASA DE QUIJANO
La familia Quijano tuvo gran importancia en Viérnoles hasta el punto de que en el año 1743 pretendió ostentar infructuosamente el patronato de la iglesia parroquial de San Román.
Casona de los Quijano
En 1742 pertenecía a Diego Quijano Velarde quien la había mandado construir y que poseía otra casa de su mayorazgo en Cartes. Su larga fachada exenta por completo de decoración solo dispone de una cornisa quebrada hace que los expertos la daten hacia 1720, anterior a otras casonas vecinas con decoración más barroca y más verticales. En la parte baja las tres arcadas de medio punto que dan paso al zaguán.
En la solana de cinco tramos reconstruida en el siglo XX aparece un escudo pintado que es una imitación al labrado en la casa de Cartes.
CASA DE JOSE TOPALDA VELARDE
En esta casa podemos ver la única portalada conservada en este
barrio Rodanil de Viérnoles: Es completamente de sillería y posee una puerta
lateral adintelada de servicio además de puerta y gran portalada de arco de
medio punto, con entablamento completo y remate de bolas. Probablemente en origen también tendría una
cruz central.
Portalada
Las casas que hoy vemos tras esta portalada quizá en su origen en el siglo XVIII solo fueran una. Es muy sencilla y posee una larga fachada entre dos hastiales. En la parte baja se abren dos arcadas de medio punto y los balcones son ya claramente del siglo XX.
Las casas que hoy vemos tras esta portalada quizá en su origen en el siglo XVIII solo fueran una. Es muy sencilla y posee una larga fachada entre dos hastiales. En la parte baja se abren dos arcadas de medio punto y los balcones son ya claramente del siglo XX.
Los expertos no se ponen de acuerdo de quienes serían los propietarios de esta casa, aunque se inclinan por José Topalda Velarde, aunque la coincidencia con la portalada de la casa de Juan Velarde en el Barrio de Herrera.
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